Conceptualización y definición del proyecto atendiendo las necesidades del cliente y siguiendo los criterios legales y normativos que garanticen la mejor solución técnica y económica.

•     Ingeniería a nivel conceptual y básico: Fases preliminares para determinar las necesidades del cliente, los aspectos técnicos y legales relevantes y las buenas prácticas de la ingeniería. Es el inicio de cualquier proyecto.

•     Ingeniería de detalle: Define todos los documentos y planos emitidos para la construcción del proyecto, previo desarrollo de la ingeniería conceptual y básica.

     Comisionamiento y puesta en marcha: Ejecución de las actividades tendientes a confirmar que el sistema instalado cumple con los criterios de diseño y las necesidades del cliente, así como con los requisitos legales y normativos.

•     Interventoría y supervisión: Seguimiento y control técnico, administrativo y financiero para garantizar el cumplimiento contractual en la construcción y puesta en funcionamiento del proyecto.

•     Asesoría: Acompañamiento técnico con el fin de analizar en detalle la necesidad del cliente, dar claridad en cuanto al cumplimiento de los requisitos mínimos, buenas prácticas de ingeniería y la aplicación del marco legal y normativo.

•     Diagnóstico: Análisis detallado de los sistemas y redes existentes, que incluye la revisión legal y normativa a cumplir, así como las inspecciones y pruebas pertinentes, con el fin de verificar el estado actual, funcionamiento y definir las posibles alternativas de optimización.